Pesadillas

Quiero volver a sentir mariposas.

¿Te acuerdas de cuando me "dejaba" mi estuche y tenías que acompañarme a buscarlo?

Recuerdo cuando subíamos las escaleras, en la esquina y te besaba, recuerdo que pensaba que no había besado que besase como tu. Tus labios.

Dios... que recuerdos.

Cuando hablábamos durante 11 horas y  5minutos e íbamos al instituto sin dormir, muertos de sueño y con ojeras hasta las rodillas. Pero al menos yo me sentía feliz.

Recuerdo cuando llegaba a portazgo y me sentía completamente feliz por verte por la mañana y desayunar calentito contigo.

Me re-descubriste lo que era la siesta y me ensañaste lo que quiere decir no querer salir de debajo de las sabanas en toda la tarde.

No se como explicarlo, eramos geniales. Hemos decaído, somos mejores en muchos aspectos, pero hemos decaído, ya no hay ese entusiasmos por vernos, por besarnos.

Pero no estoy preocupada porque me están dando ganas de decirte cuanto te amo a cada momento, me están dando ganas de escribir sobre ti cada vez que me siento mimosa y hacía mucho que no me sentía así, que tenía asumido que no podría ser romántica y ñoña contigo, pero no es verdad, estás siendo perfecto, no importa lo que diga, ni lo que me queje, lo eres vale?

Quiero que sepas que siempre critico y digo lo malo, pero estás siendo lo más cariñoso, paciente, y bueno que se puede ser. No habías estado así nunca, y ahora veo lo comprometido que estás con esto y me doy cuenta de que he sido yo la que no he sabido sacar lo mejor de ti, de echo aun no se hacerlo, pero quiero que sepas como siento, si no te lo digo es porque me da vergüenza, pero lo pienso, lo pienso de verdad godopollo.

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Y estaba sola, estaba sola y se dio cuenta de lo que había perdido, se sentaba en la cama abrazada a sus piernas y le extrañaba.


¿Como no pudo darse cuenta de lo que tenía? ¿como no pudo darse cuenta de que estaba completa y absolutamente enamorada de él? ¿Acaso no se daba cuenta de como se sentía cuando la abrazaba?


Recuerda sus abrazos en la cama y llora, llora y se abraza ella misma dándose cuenta de lo estupida que había sido,  de lo ciega que había estado. Nadie la querría como la quería él.


Había dudado de su amor, había perdido la fe en la relación, se había empeñado en ver lo malo, como si todos menos él fueran perfectos. Había sido lo más estúpido, absurdo y arrogante que se podía ser.


¿Como podría vivir con ello? ¿Sabiendo que le había perdido? No, no le había perdido le había echado.


Y es que no podía parar de llorar, sollozar y recordale, acordarse de las veces que la hizo reír, de las veces que la apoyó de todas y cada una de las veces que la había visto desnuda, y ya no estaba, no tenía con quien hablar y se dio cuenta de que todas esas veces que le había dicho que no la escuchaba no era cierto, el silencio es algo que no escucha, que no se interesa, no él. 


Y se balanceaba pensando en como la sonreía en como se sentaba nada más despertase en el sofá, en como la miró ese día en que decidió que ella merecía la pena, recordaba todas esas cosas y empezó a llorar tan fuerte, tan profundo, tan sentido, que se DESPERTÓ.


Pestañeó y se dió cuenta de que había llorado de verdad, le había dolido tanto perderle que había llorado dormida, eran las 3 de la madrugada, pero tenía que llamarte y decirle que le quería.



Asique marcó y le dijo que jamás dejaría de luchar por esta relación y que le amaba, que jamás volviese a dudar de ella en ningún sentido porque ya había pasado todo, toda la tormenta, jamás volvería a dudar de ellos otra vez.