Déjame mostrarte una pequeña parte de mi.

Un trocito de lo que soy.

domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Acaso lo estamos?

Es complicado, es complicado dedicarte a algo con tanta dedicación que no veas a nadie más que a tus pies, o quizás, como mucho, los de él.

¿Am I happy?, la verdad es que es una buena pregunta y siento que el estrés empieza a formar demasiada parte de mi vida. Pero ahora mismo no puedo dejarlo ir, no puedo hacer que no me importe, porque ESTO, esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida, y cuando sabes lo que quieres hacer con el resto de tu vida, quieres hacerlo ya. Porque a eso es a lo que se llama motivación, eso es lo que significa amar algo, que te llene, que merezca la pena. Y la merece. 

Pero cómo encontrar el balance. No perder mi yo social, el de madrid, la hoja mecida por el viento, el "yo me apunto a todo". No me puedo apuntar a todo, las responsabilidades han de ir primero.

Me siento sola en una ciudad tan grande, siento que las paredes no te miran y que los arboles estan demasiado preocupados por el corte de pelo que les harán este año que no se dignan a mirar hacía abajo. O puede que hayan dejado de hacerlo desde que nadie les dedica una mera mirada. No lo se. Pero es verdad que Madrid te hace sentirte pequeño, te hace darte cuenta de que no eres nadie, solo un alma entre un millón, no eres especial, no tienes nada de maravilloso, ni nuevo, ni nada. Solo eres uno más. 

¿Me habré vuelto de pueblo? ¿Me habrán enamorado los arboles y las florecillas? ¿Habré sentido el placer de caminar todos los días una hora y sentir tus piernas fuertes? ¿Habré relegado del no tener medios para estudiar? 

¿Que tengo que encontrar este año aquí? Dime, dime... ¿Por qué estar aquí? ¿Cual es mi lección? 

¿Como se puede cortar de raíz esta soledad? ¿Acaso todos nos sentimos solos? ¿Acaso lo estamos?