Cigarrillo.

Hace tiempo que no paso.

Las semanas se suceden de forma demasiado rápida para ser apreciadas. Son lineas continuas sin pausa, sin descanso. Cuando pienso que no me ven, me evado un segundo, generalmente para irme contigo y soñar que mi tiempo, solo mio, existe y no es solo una vana ilusión perdida en un mar de realidad química.

Pronto me esperan semanas, no muchas, algo más benignas, con mas puntos, comas y tiempo para coger aire.

Lo cierto es que hay pasado cosas que merecen su debida reflexión y análisis, gente viene y gente se va, hay que recoger organizar y planear cosas que hacer y eso me motiva.

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Se sentó en la ventana a reflexionar, era de noche, verano y y la suave brisa le agitaba el cabello, hacía mucho que no se fumaba un cigarro, hacía más de dos años, pero pensó que habían cambiado tantas cosas que no importaba. 


Era casi un ritual, su filtro, su papel y el liarse el piti, dios, como lo había echado de menos. Se preparó para el mareo, sabía que ocurriría, hacía mucho tiempo sin que el humo penetrase en su organismo. Pero ahí estaba, en paz, después de todo, de todo lo que había pasado lo había conseguido.Todo estaba en calma.

Miró fuera y dejó que su mente bagase sola, sin mandato, sin limites ni barreras y vio todo, todo lo que había pasado, todo lo que la había llevado hasta esa ventana y no derramó ni una lágrima, se limito a verlo pasar, las malas decisiones, los buenos momentos, todo a lo que había renunciado, dejado marchar... 


Ya no importaba, porque allí estaba ella, su ventana, con su piti, y sabía, por encima de todo, que había pasado por cosas peores, sabía, sin necesidad que nadie se lo dijera, que ella era capaz de cualquier cosa que quisiese y estaba absolutamente decidida a ser feliz.