sábado, 6 de junio de 2020
Agosto 2019
De repente me veo acostumbrada a que me cuiden, a llegar a casa (a cualquiera de las dos) y saber que si necesito alguien que me cubra haciendo la cena, voy a tenerlo. Me veo acostumbrada a que me den las buenas noches todos los días, con cariño, de verdad. Me veo acostumbrada a estar sentada al aire libre con una persona que sabe tocar la guitarra, y que la toca. Lo veo y me parece lo mas normal del mundo, pero ¿desde cuando?, ¿desde cuando Celia?
domingo, 18 de agosto de 2019
No es una casa de amigas, no es una casa de compañeros de piso, es una casa de familia.
domingo, 23 de diciembre de 2018
Intentsrlo todos y cada uno de los dias como si no hubieras fracasado antes
Y de repente lo ves claro. Eso es exactamente lo que quieres. Justo eso, lo miras, lo saboreas, lo palpas, lo sientes y estás segura. Eso es lo que quieres. Y esta ahí, incluso parece que está a tu alcance, lo rozas, es casi tuyo. Pero no. Hay algo que te lo impide. Sabes lo que es y lo miras de frente, intentas domarlo, llevarlo a un lugar donde no moleste, donde no te impida alcanzar todo eso que quieres, que te gusta, que sabes que te hace feliz. Lo miras, lo intentas y fracasas una y otra vez, de manera inevitable y año tras año. Te frustras, piensas que la siguiente vez lo harás mejor, pero no es verdad y ves poco a poco cómo la distancia con eso que tanto ansias se hace más grande, cada vez más lejos, cada vez más difícil de alcanzar. Y te duele, te duele tanto... Te cabreas contigo misma, vuelves a intentarlo, te vuelves a cabrear, vuelve a estar más lejos, su paciencia más pequeña, su tolerancia también. Y así, día tras día. Te toca contemplar como haces daño a algo que quieres. Te toca saber que cada paso para atrás es culpa tuya. Te toca verlo y aceptar que muy posiblemente llegue el día que eso que sabías que era perfecto para ti, se vaya, y saber que de haber sido capaz de domar lo indomable ahora mismo estaría ahí, contigo. Te toca llorar, te toca asumir, y te toca todos y cada uno de los días intentarlo como si no hubieras fracasado antes.
jueves, 4 de octubre de 2018
Solo tengo ilusión por esto, sin peros
Hoy había llegado con ganas de escribir, ahora ya es tarde y creo que parte de las ganas se han convertido en cansancio y necesidad de dormir.
Aun no había escrito sobre ti, no así, a corazón abierto.
Aun me cuesta entenderlo, digerirlo, aceptarlo algunas veces. ¿Cómo puede ser que te haya encontrado así, tan de repente? Va a ser verdad eso que dicen de que el amor llega cuando menos te lo esperas, y la verdad es que no me lo esperaba.
Es dificil describirte, decribir como me siento contigo. Quizás la mejor manera es pensar en una niña, por que la ilusión que me generas es esa que solo es capaz de sentir un niño.
Estaba tan perdida... a tantos niveles. Creo que ha sido la epoca en la que menos feliz he sido con la vida que tenia, y aun así me costó mucho tiempo ser capaz de hacer algo al respecto. Tenía tan claro que iba a ser para mejor que no era consciente de cuanto. Y en medio de esa boragine de ganas, de libertad absoluta, de infinidad de posibilidades... En ese preciso momento, apareciste tú.
Tú, con tu ilusion de niño y tus limites de adulto, tú con tus millares de planes y ganas de llevarlos a cabo, con esa capacidad de dar amor y mimos y sexo. Con esa apertura de mente capaz de darle vueltas a practicamente cualquier persona que conozco. Con esos gustos de abuelo tan genuinos como leer prensa en un café. Con esa inmensa profundiad emocional y las ganas de llegar a conocerla entera.
Llegaste como un torbellino de horas de no dormir y falta de tiempo para poder hablar de la lista interminable de cosas que aun tenemos pendiente. Llegaste y me llevaste contigo, porque yo tambien tenía muchas ganas de ir a bailar por el mundo y de no dormir y de ser libre y recibir visitas a las dos de la mañana.
¿Cómo hubiera podido decir que no?
Llegaste y me devolviste esa ilusion de niña, esa ilusión que yo creía perdida en mis 16, esa que, dios, tando echaba de menos.
Y llegaste tan inesperadamante que a veces me sigue costando decir que eres mi compañero de viaje, mi pareja. Aunque lo tenga profundamente claro. Y es que me cuesta entender que he encontrado una persona por la que levantarme en mitad de la noche con una sonrisa por que me va a haber escrito. Me cuesta entender que he podido encontrar a una persona que tiene su vida resulta y la que admiro profundamente en su profesion y trabajo y que a la vez tiene ese lado de absulta niñeria. Me cuesta entender que alguien tenga la ganas de querer quereme con todas mis taras y defectos, aunque no le gusten del todo. Me cuesta mucho entender que lo normal es cuidarse y querer dedicarse tiempo. Dios, me cuesta tanto entender la suerte que he tenido de que hayas aparecido cuando mas necesitaba ver que la vida puede ser divertida y feliz y detallista y sexual y libre. Me cuesta entenderlo, pero no puedo dejar de dar las gracias por que haya pasado.
Me gusatría hablar de esta profunda libertad que siento estando contigo. Esta libertad de poder hacer lo que quiera, cuando quiera, con quien quiera pero quieriendote solo a ti, por que ahora mismo no podría, ni querría, querer a nadie mas.
¿Cómo puede ser que te quiera en tan poco tiempo?
Será que tienes un no se que, que me encanta. Me encanta sentirme con 16 contigo, por que te estoy dando, de esta manera, el amor mas transparente que se darte. Solo tengo illusión por esto, sin peros, sin miedos. Creo que hemos saltado a nuestro vacio personal y solo nos queda hacer que sea precioso.