Déjame mostrarte una pequeña parte de mi.

Un trocito de lo que soy.

martes, 23 de septiembre de 2014

Cuando llega la llama

Hacer daño. 

Lo odio. 

Pero, parece que va conmigo. 

Una pena. 



Como la cera cayendo por la mano. 

Pequeños ríos de dolor, que culminan en una quemadura central, cuando llega la llama.  


lunes, 1 de septiembre de 2014

Go

Es como cuando te viene la regla, o como cuando cumples los 18.
 Son cambios. 
O al menos deben serlo.
Y aunque tu no te sientas distinta, eres capaz de ser madre y ser tu única responsable legal. 
Pero en el fondo eres la misma niña que eras un segundo antes de que dichos cambios ocurrieran. 
No te sientes más mayor, 
más valiente, 
más segura, 
eres la misma,
 pero distinta. 


Ahora es lo mismo.
 Siento una nostalgia que no se va en el centro de mi pecho. Justo donde está el corazón. 
Me voy de casa. 
Me hago mayor. 
He tomado la decisión de que no quiero estar más aquí. 
He tomado la decisión de independizarme. 
Y soy joven y me creo capaz de todo. 
Pero no puedo evitar pensar que hay decenas de miles de millones
 (como cuando eres niño y dices un millón de millones jeje.) 
de personas, de jóvenes, que se quieren independizar y no pueden. 
Y mi pregunta del millón. 
¿No pueden? 
¿O No quierén? 

Y digo yo, que unos no podrán y otros no querrán.
Pero me asusta pensar en esos que no pueden. 
¿Por qué ellos no pueden y yo si? 
¿No será que me creo superman y me voy a dar con un canto en los dientes? 
¿No será que me voy a caer en vez de irme de casa? 
Me da miedo. 
Me asusta. 
Quiero saber que estoy haciendo lo correcto. 

No quiero dejar de ser una niña. 
¿Pero cuando deje de serlo? 
A los 11 años.
Llevo otros 11/12 sin serlo. 
O siéndolo a mi modo, pero yo  me entiendo. 

No voy a encontrar lo que no quiero perder en esta casa. 
No ha estado nunca ni lo va a estar. 
La sensación de soledad y desarraigo es parte de mi vida desde que se murió mamá, 
no va a desaparecer porque me quede en esta casa.

Y siempre puedo volver
¿Verdad? 
Quizás por él si. 
Pero ¿Qué dirá ella? 
Y...
¿Qué dirá él entonces? 

Da miedo. 
Da mucho miedo. 
Y excitación 
Y miedo. 
Y mas miedo

¿Habré echo bien?
¿Niña malcriada? 
¿Capricho? 
¿Necesidad?

Me cuesta soltar. 
Me cuesta mucho. 
Suerte que ya está pagado y no hay vuelta atrás. 

Me voy de casa,
Me independizo chavales. 
Y eso significa, 
Vivir en la misma ciudad que tus padres y vivir sola, 
así como mantenerse y buscarse la vida. 
Veremos que tal se nos da. 



lunes, 21 de julio de 2014

Cancer

Y la vida se le escapó de las manos. 
Se le terminó y aún le quedaban demasiadas cosas por hacer. 

Tumbada en la cama le miro respirar, 
respiración irregular, 
denota su fragilidad, su falta de casi un pulmón, 
su cuerpo herido y enfermo, que deja de funcionar como debería. 
Me acuerdo de la madre,
que también se fue por culpa de un cáncer de pulmón,
y después, 
inevitablemente
me acuerdo de los últimos momentos de la mia. 

Veo como la morfina cobra importancia, 
y quitar el dolor, 
y paliar, 
y aceptar, 
y por ende rendirse
también. 
También ves como el luchar la pierde
y poco a poco solo queda la cruda realidad, 
contra la que no puedes hacer nada. 

Reconozco que yo solo viví el final, 
y reconozco también que yo no acepte nada, 
puede que mi cuerpo lo hiciera por mi, 
pero yo no acepte la vida que tengo ahora, 
yo no la pedi, 
no me la pude imaginar, 
y de haberlo hecho, 
habría salido corriendo en aquel momento. 
Habría gritado, zarandeado a mi madre y rogado que no me dejase. 

Me choca ver como el cuerpo humano se colapsa hasta desvanecerse, 
me impacta ver como solo puedes ver el paso implacable del tiempo y ver como a quien amas deja de ser un ser humano para convertirse en un saco de huesos. 
Me impacta saber que duele, me impacta ver como dejas de comer, 
como lógicamente no vas al baño, 
como estas drogado, contra el dolor claro, 
y dejas de moverte, 
como no puedes hablar y 
un buen día todo se termina. 
Y ya está, fin de la historia. 

No hay finales gloriosos, 
no hay finales bonitos, 
solo, 
finales. 
El cuerpo deja de funcionar 
tu 
te mueres. 


lunes, 26 de mayo de 2014

Sola.

Completamente sola.
Aquí, tumbada, 
y sola. 

Mi estomago se mantiene hecho un nudo, 
mi estrés, simplemente se mantiene. 
Y yo sigo sola. 

Nadie hay para mantenerme cuerda excepto yo misma, 
y yo estoy perdiendo la cordura. 
¿Dondé estan los días donde había gente a mi alrededor? 
Porque aquí, aquí no hay nadie. 

Los árboles son los únicos que con su belleza me mantienen en el sitio, 
en el suelo,
en el mundo, 
andando.

Y dime, 
¿podrias hacer tu solo todo lo que estoy haciendo yo? 
¿Podrías tener miedo tu solo? 
¿Podrías no creerte capaz tu solo? 
Porque a mi me cuesta. 

Y solo quiero que se termine. 
para poder decir, 
y ahora estoy feliz, 
SOLA.