Sensaciones encontradas, momento de debilidad y absurdo, sin sentido, aunque creo que es lo normal, de vez en cuando un alcohólico recae en la bebida, cuando estamos acostumbrados a hacer algo, aunque nos propongamos no hacerlo solemos recaer.
Bien no importa, no tiene trascendencia, es normal.
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Recreación mirando un ordenador, nada que decir, simplemente esperando a que venga la inspiración y me guíe para escribir algo que te llegue al corazón, no tiene porque ser algo con sentido, simplemente tiene que ser.
Empiezo a sentir el calor que conlleva el incremento de la temperatura exterior, reactiva mi sangre, hace que me quiera mover más deprisa, salgo del letargo invernal. Todo es energía.
Ondas que fluyen hacia nosotros, las percibimos de una forma u otra, pero ahí están, siempre nos rodean trasmitiendo emociones, sensaciones o simplemente acompañándonos a lo largo del día, pero lo que está claro es que existe, todo es energía, todo, tu, yo, él, cualquiera, todos.
Cuando conocemos a alguien no hacemos más que percibir esa energía. Conozco gente que es capaz de sentirse aún estando separados, que se compenetran de una forma que no puede ser natural, no al menos como nosotros entendemos la naturaleza.
Es sencillo, sus energías se entienden, porque nuestra energía, lo que nosotros proyectamos, lo que somos, esta mucho mucho más allá de lo que nosotros somos capaces de entender, de lo que somos capaces de enseñar si intentamos hacerlo de forma consciente.
Es sencillo, hay gente con la que te entiendes más, gente con la que te entiendes menos, y luego hay alguien a quien puedes querer con independencia de lo que pase, de la distancia, el tiempo o los enfados, no importa, ahí está, siempre, tarde o tempranos te acuerdas, y lo sientes, es su energía, que se acercó a ti por el motivo que fuese, no siempre tiene que ver que contigo, de echo probablemente casi nunca y aun así no puedes dejar de sentirla.
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