Déjame mostrarte una pequeña parte de mi.

Un trocito de lo que soy.

viernes, 3 de febrero de 2012

Frío


Frío siberiano.

Todos sabemos lo que es, lo estamos viviendo. 

Salir a la calle, 11 y pico de la noche, el aire corta como cuchillas, no haría demasiado frío si no fuera por el maldito viento. Ando volviendo a casa, sola, nada se interpone entre mi enemigo y yo, el es mucho más fuerte e infinitamente mas viejo y más sabio, yo, sin embargo, avanzo a través de el, como si no pudiera herirme. 

Su contraataque es feroz, ruge y se arremolina contra mi, yo me arrebujo bajo mi poncho y hundo la cabeza aun mas en la bufanda, pero aun así, empiezo a notar como la frente y los mofletes se empiezan acartonar, como duelen, siento ese pinchazo que empiezan a sentir las zonas demasiado frías como para que sea sano, aun ahora, en casa y a salvo, siguen frías. 

Suena "wake up the voiceless" de story of a year, y en una última lucha final cuando solo unos 20metros me separan de mi casa el aire se vuelve más fuerte, me cuesta avanzar, el me empuja empeñado en hacerme retroceder, pero no sabe que me estoy motivando y empiezo a brincar y a cantar a voz en grito, total, nadie va a oírme, mi querido enemigo se encargará de llevarse mis gallos a otra parte. Asique un paso y otro y otro más y me pregunto como sería quedarse en manga corta, me entran ganas de correr y ando más deprisa, el aire se lleva mi pelo y lo le encaro de frente, 2 metros, 1 y con la cara completamente roja, cortada y dolorida entro en mi portal. El frío cesa y empiezo a sentir el agobio que producen los sitios cerrados cuando has estado en un sitio mucho más frío.

Aun así aguanto hasta llegar al ascensor para retratar el momento tras la lucha.


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