Hoy había llegado con ganas de escribir, ahora ya es tarde y creo que parte de las ganas se han convertido en cansancio y necesidad de dormir.
Aun no había escrito sobre ti, no así, a corazón abierto.
Aun me cuesta entenderlo, digerirlo, aceptarlo algunas veces. ¿Cómo puede ser que te haya encontrado así, tan de repente? Va a ser verdad eso que dicen de que el amor llega cuando menos te lo esperas, y la verdad es que no me lo esperaba.
Es dificil describirte, decribir como me siento contigo. Quizás la mejor manera es pensar en una niña, por que la ilusión que me generas es esa que solo es capaz de sentir un niño.
Estaba tan perdida... a tantos niveles. Creo que ha sido la epoca en la que menos feliz he sido con la vida que tenia, y aun así me costó mucho tiempo ser capaz de hacer algo al respecto. Tenía tan claro que iba a ser para mejor que no era consciente de cuanto. Y en medio de esa boragine de ganas, de libertad absoluta, de infinidad de posibilidades... En ese preciso momento, apareciste tú.
Tú, con tu ilusion de niño y tus limites de adulto, tú con tus millares de planes y ganas de llevarlos a cabo, con esa capacidad de dar amor y mimos y sexo. Con esa apertura de mente capaz de darle vueltas a practicamente cualquier persona que conozco. Con esos gustos de abuelo tan genuinos como leer prensa en un café. Con esa inmensa profundiad emocional y las ganas de llegar a conocerla entera.
Llegaste como un torbellino de horas de no dormir y falta de tiempo para poder hablar de la lista interminable de cosas que aun tenemos pendiente. Llegaste y me llevaste contigo, porque yo tambien tenía muchas ganas de ir a bailar por el mundo y de no dormir y de ser libre y recibir visitas a las dos de la mañana.
¿Cómo hubiera podido decir que no?
Llegaste y me devolviste esa ilusion de niña, esa ilusión que yo creía perdida en mis 16, esa que, dios, tando echaba de menos.
Y llegaste tan inesperadamante que a veces me sigue costando decir que eres mi compañero de viaje, mi pareja. Aunque lo tenga profundamente claro. Y es que me cuesta entender que he encontrado una persona por la que levantarme en mitad de la noche con una sonrisa por que me va a haber escrito. Me cuesta entender que he podido encontrar a una persona que tiene su vida resulta y la que admiro profundamente en su profesion y trabajo y que a la vez tiene ese lado de absulta niñeria. Me cuesta entender que alguien tenga la ganas de querer quereme con todas mis taras y defectos, aunque no le gusten del todo. Me cuesta mucho entender que lo normal es cuidarse y querer dedicarse tiempo. Dios, me cuesta tanto entender la suerte que he tenido de que hayas aparecido cuando mas necesitaba ver que la vida puede ser divertida y feliz y detallista y sexual y libre. Me cuesta entenderlo, pero no puedo dejar de dar las gracias por que haya pasado.
Me gusatría hablar de esta profunda libertad que siento estando contigo. Esta libertad de poder hacer lo que quiera, cuando quiera, con quien quiera pero quieriendote solo a ti, por que ahora mismo no podría, ni querría, querer a nadie mas.
¿Cómo puede ser que te quiera en tan poco tiempo?
Será que tienes un no se que, que me encanta. Me encanta sentirme con 16 contigo, por que te estoy dando, de esta manera, el amor mas transparente que se darte. Solo tengo illusión por esto, sin peros, sin miedos. Creo que hemos saltado a nuestro vacio personal y solo nos queda hacer que sea precioso.
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