Y se que quizás debería dormir, quizas incluso soñar con mañana, quizas sonreir y pensar que este es mi año, que nada puede ser mejor, pero no puedo.
No puedo porque alguien inesperado se coló en mi vida y ahora tengo que pasar un año lejos de él.
Sentada en la venta miro al cerro y veo mi barco, siempre lo vi como mio, como algo que se veía desde mi habitación y que nadie mas entendía, pero alguién mas lo entiende, alguién lo hizo tan suyo como mio como nuestro.
Y probablemente esa persona se merece un entrada más que nadie ahora mismo, una entrada larga, preciosa y romantica, pero lo cierto es que no hace falta, porque simplemente somos nosotros.
No se sinceramente que voy hacer sin él este año, estando tan lejos, con un pie aqui y otro alli, no se que hare sin poder compartir todo con el, sin sentir sus abrazos o simplemente sin poder recibir un abrazo no se que voy hacer sin su coche, sin asomarme desde su ventana sin simplemente él.
Y puede parecer poco tiempo puede parecer que no es real, pero, es alguien a quien tengo que agradecer que exista simplemente por devolverme un parte de mi fe en la humanidad, en la bonda humana y en los detalles, por ser exactamente como pienso que alguién debe ser, por habermelo demostrado en cada detalle y en cada momento, por haberme llegado al alma en tan poco tiempo.
Y me voy, juraba, pero una parte de ella deseaba quedarse amarrada justo al estribor de nuestra almohada.
Y me fuy, me iré pero una gran parte de mi querría quedarse, y me fuy, me iré, pero sin poder evitar esperar que a mi regreso, sigas siendo mio.
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