Déjame mostrarte una pequeña parte de mi.

Un trocito de lo que soy.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Naufragio.




Era como una pequeña sombra en una pequeña esquina de su cerebro, y ella, encogida en la cama, la había visto convertirse en un gran monstruo negro. ella sabía lo grande que podía llegar a ser, era casi como si se la comiera y la obligara a ser otra cosa distinta a lo que quería ser.

Se levantó de la cama, pero la sombra no paraba de mirarla directa a los ojos, los de ella eran oscuros, marrones y los de aquella cosa eran unos agujeros negros que parecían saber todo lo que a la muchacha le daba miedo.

Y ella estaba asustada, si, pues bien sabía que llegaba la noche, llegaba la hora de tumbarse en una cama y comenzaban a pasar las imágenes y la sombra, poco a poco se iba a convirtiendo en algo gigantesco, una catarata de dolor, amor, y añoranza imparable que salia de ella como un torrente.

Volvió a coger el móvil, por cuanto, ¿enésima vez? ya no lo sabía pero si sabía que no habría nada, aun así lo miró, y otro puñal se clavó al corroborar su maldita teoría. Estúpido, estúpido estúpido. Ya no sabía que hacer, cada vez estaba mas lejos, y cada vez su corazón estaba mas triste.

Veía todo aquello como en una película, como si de un barco luchando contra la tormenta se tratase, ella veía como el mástil se partía, como el casco se rompía y como empezaba a entrar agua. Los asustados marineros hacían todo lo posible por mantener aquello a flote, pero tu, desde tu televisor gritabas que dejasen de preocuparse del barco, que salvasen lo que pudiesen en el bote salvavidas, que si no sería incluso, demasiado tarde.

Y ahora, tu eras esos estúpidos marineros, sacando el agua con las manos, tratando de no irte a pique, y estúpida de ti, no tratas de salvar lo poco que queda, no tratas de huir en un bote con los bienes mas preciados y no tratas de alejarte viendo como se hunde tu barco, aunque también, ¿Cómo puedes?, es tu maldito barco, horas y horas de duro trabajo te costó alzarlo y horas y horas de prefectas travesias pasaste en el. ¿Como vas a dejar que se hunda, como sin intentar TODO?


Ya no importa, saldré por esa puerta y tendré buena cara porque hay veces que no tienes mas opción de darte la vuelta y asumir que ya no hay nada que hacer.. que ya no hay mas parches que poner, no hiciste bien tu trabajo, la madera era demasiado blanda y que esté rota es tu culpa, por no haber echo un barco sólido que pudiera con todo. Ahora, ya, no hay nada que puedas hacer, solo tratar de salvarte tu.


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