Si, porque ella será una gran protagonista de esta historia.
La niña viento era una niña especial, si, pues yo la había inventado, era una creación que un día decidió existir.
Y era preciosa, si, como solo las cosas imaginadas pueden serlo, era casi etérea, aunque claro, llamándose niña viento, si no lo fuera sería una especie de incoherencia absurda de la imaginación. Tenía la piel lisa, casi transparente y de un azul que distaba mucho de parecer enfermizo, celeste y brillante, lleno de vida.
Menuda, cual niña de 10 años y con ojos que dejaban bien claro que era mas antigua y sabia que el mundo, eran de un gris que te traspasaba y miraba en lo más hondo de tu corazón mente y cuerpo, y grandes, redondos y con largas pestañas que la hacían parecer un ser entrañable, alguien a quien proteger.
El cabello siempre suelto y de un añil que recalcaba la fuerza que se desprendía de toda ella.
Pero tenía una fallo, si se puede considerar como tal. Era perfectamente humana, con sus cosas buenas y malas, se equivocaba y aparte de su exterior nada mas era sobrenatural, su interior estaba lleno de dudas, miedos y ganas de aprender como el tuyo o el mio.
Pero era buena, si, era de ese tipo de personas a las que ves y te das cuenta de que son buenas, que comenten errores y hacen cosas egoístas como todo el mundo, pero están libres de maldad.
Y seguiré en otro momento que ahora la niña viento necesita dormir y tengo que contarla un cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario