Ven pequeña, te voy a contar un cuento.
"Era se una vez un niña que se hizo mayor, y cuando creció empezaron a gustarle los chicos, pero ella no estaba segura de querer estar con ninguno, ni besar a ninguno ni nada, asique esperó. Las chicas de su clase no entendían que ella no quisiese estar con ningún niño pero a ellas no les importó he hicieron lo que consideraban normal, empezaron a salir con los niños que las gustaban. La niña esperó.
Todos fueron creciendo y la gente comenzó hablar sobre la niña, ya no tan niña, fueron a la universidad y comenzaron sus carreras, la gente ya no se daba besitos ni tenían relaciones de 2 semanas, la niña veía como sus amigas se enamoraban y llevaban años con sus parejas antes de romper, y esperaba con tristeza el momento en que rompían y entonces ellas lloraban y tenían el corazón roto.
Ella durante todo ese tiempo lo único que hizo fue ver y escuchar las historias que le contaban sus amigas y sus amigos, ella aprendía de los errores que ellos cometían porque en su corazón no quería que ningún chico la hiciera daño, no quería echar a perder una relación por un fallo que alguien había cometido antes.
Se creía muy lista y creía en el amor verdadero, ella estaba convencida que había aprendido mucho de todas las relaciones que había visto fracasar y sabía las cosas que echaban a perder una buena convivencia. Tenía muy claro las cosas que tenía que hacer pero estaba preocupada con las cosas que hiciera su pareja.
Al final llegó a la conclusión de que debía empezar a buscar y a dejarse llevar por sus sentimientos pero que no se enamoraría hasta que encontrase al chico que entendiera todas las cosas por las cuales se rompía la pareja y estuviese de acuerdo en no cometerlas.
Así muy contenta y resuelta tomo la decisión de dejarse querer, y empezó a mirar a sus amigos de otra manera, veía posibles parejas y anotaba mentalmente todas las cosas buenas y las malas que tenían para saber de cual tenía que enamorarse. Pobre inocente.
Un día estaba comiendo sola en la cafetería de su facultad cuando un chico se sentó a su lado y empezó hablar con ella. Ella se despreocupó y se olvido de crear la pared con la cual miraba a todos los chicos desde lejos y sin darse cuenta dejó que ese desconocido con sus sonrisas y sus ojos azules le llegará mucho mas hondo de lo que había llegado ningún amigo suyo en toda su historia.
Ella no se fijo, pero le dio el móvil y su tuenti y como una tonta esperó ansiosa una llamada, hoy día no sabe que le paso o porqué no se dio cuenta de lo que estaba pasando. Y el chico llamó y la invitó a salir y ella le contó muchas cosas y el chico le contó muchas cosas también.
Empezaron a quedar muy a menudo y daban largos paseos por Madrid, el chico sabía como era ella y que nunca había estado con nadie y la respetaba. Ella se encontraba pensando en él al acostarse y con ganas de llamarle nada mas levantarse y siempre que contaba cosas de él las contaba con una sonrisa en los labios.
Entonces el chico la beso. Era un día normal y estaban hablando cuando el se paro y la beso. Y ella sonrió y le beso también y entonces se dio cuenta de que estaba enamorada y creyó que él sería para siempre y se entregó como solo te entregas la primera vez. Empezaron a salir y durante un tiempo todo fue bien, pero entonces el chico empezó a hacer cosas que ella sabía que no estaban bien y por las que había visto llorar a muchas chicas y se dio cuenta de que no era simplemente que no estuvieran bien si no que ella lloró también y no entendía como podía doler tanto. Y discutieron y ella no entendía nada como solo puedes no entender la primera vez que discutes.
Y así siguió y ella pensó que tenia que romper con todo y que él no merecía la pena, pero entonces la garganta se le cerraba y la idea le producía tanto dolor que con solo pensarlo se ponía a llorar. Y al final terminó y lloró y tuvo el corazón roto como todas sus amigas antes que ella, pero para ella fue mucho más duro. Ella había construido toda una idea de vida y de amor y de chico perfecto y nada podía salir mal y aun así, había pasado.
Estaba completamente decepcionada con el amor y consigo misma y tardo mucho más que las demás niñas en volver a querer y tardó mucho más en darse cuenta de que no hay chico perfecto ni príncipe azul, que no hay relación sin contras, que no puedes prevenir todo y crear la pareja perfecta y cuando lo asumió su vida fue mucho más fácil."
Asique aprenderlo niña, no hay príncipe azul esperando en tu puerta ni la primera relación será la ultima, no hay nada que puedas hacer para que no te decepcionen y te rompan el corazón, asique lo que tienes que preparar es el pegamento con el que pegaras sus trozos y la voluntad para levantarte y tirarte al vacio otra vez. Eso es lo importante niña, no el amor verdadero, lo importante eres TU.