Por eso cuando se acerco a mi y sentí en ella una sensación de jubilo, me quede pasmada, la abrace y acercó su hocico hacia mi. Me rozo el cuello me agarró la mano con la boca y me arrastró hacia la entrada de la cueva hasta que salimos de la misma y nos quedamos en mitad de mi Doha. No entendía a que venia tanta alegría, y que pretendía que hiciera. Pero, era verdad que llevaba unos días notando mucha más comunicación con Lees, así que cuando se puso a mi lado pego un bote y me dijo:
- Sube – no me extrañó tanto como lo hubiera hecho de haber sido cualquier otro día.
- ¿Qué subiera? ¿A un Lacs? ¿Y que me pasaría cuando se moviera con la luz?- me pregunté atónita.
Ella percibió mis dudas y me dijo que no había nada de que preocuparse a la vez que daba otro saltito.
-¿Qué podía perder?- Me pregunte. Así que, peque un salto, algo que a los Nires se nos daba la mar de bien y aterrice en el centro del lomo de Lees.
- Agárrate fuerte. - No lo dude un solo segundo. Cerré mis cortas piernas alrededor de su ancho lomo y agarre con fuerza el espeso pelaje.
Echo a andar, primero normal preguntándome si estaba bien, un sentimiento de aceptación fue mi respuesta y de pronto salio del Doha, y empezó a correr entre los árboles, que no estaban precisamente separados, cada vez mas deprisa, hasta que nos desviamos a la derecha saliendo a la playa y corriendo en línea recta por la arena, pegadas al agua; más deprisa, el aire que de repente olía a sal, el agua se estrellaba contra mi cara y obligaba a mi pelo a retirarse hacia atrás, me pegue contra el lomo de Lees, y una sensación de jubilo me embargo, quería ir mas deprisa, entre los árboles, quería volar, quería moverme con la luz. Me di la vuelta y me di cuenta de que debía estar a horas del prado, horas a mi paso, y tan solo un instante para ella.
Lees lo noto mi ansiedad y corrió más deprisa, tanto, que pensé que no podría irlo mas, hasta que de repente, la sensación de viento se paro, todo pasaba a mi alrededor como en un torbellino. Prestando mucha atención me di cuenta de que había un leve resplandor a mi alrededor, y me di cuenta que era el mismo rayo de luz que se veía cuando un Lacs pasaba e iba con la luz.
- ¡¡Estaba viajando con la luz!! - No había acabado de pensar esto cuando una sensación de vértigo tomo mi estomago y me di cuenta de que todo aquel torbellino había desaparecido y de que me encontraba de vuelta en mi Doha.
Me costó más de lo esperado lograr bajarme de Lees, sentía las piernas agarrotadas y me di cuenta de que todo me daba vueltas. Cuando conseguí deslizarme hasta el suelo me tumbe en é, todo seguía dando vueltas, quizás fuera porque había parado muy bruscamente, o no sabía porque; pero un cosa era segura sin el viento de cara, estaba tumbada boca arriba y pálida completamente.
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