Es complicado darse cuenta de los puntos finales.
Esos puntos que son eso,
finales.
Siempre piensas que los pusiste hace mucho.
La gente te dice que aún siguen siendo puntos suspensivos,
y tu,
insistentemente,
lo niegas.
- El punto y final llegó hace mucho.
Lo gracioso es darse cuenta de que ellos tenían razón.
Casi nunca hay punto y final,
al menos por mi parte.
Hay gente que es capaz de cerrar, de seguir, de avanzar.
No estamos juntos,
pues no estamos.
No te gusto,
pues no tenemos nada.
Hemos discutido,
pues no seguimos siendo amigos
Punto y final,
asi de facil.
Para mi nunca fue así,
nunca digas nunca,
mi lema.
Pero es cierto que si no pongo puntos finales
si que pongo puntos.
De esos que son largas pausas,
como cambiando de tema.
Puede que en algún momento haga una referencia a dicha frase,
pero es una referencia,
como quien echa un vistazo y dice,
ah, eso.
Ya no está en tu presente.
Es pasado,
una mera referencia cruzada,
que salió en la conversación por casualidad.
Y no se porque,
pero pensar en que no te he echado de menos ni una vez,
ni una,
me da mucha pena.
Mi referente romantico,
el...
"en el fondo podría ser mi persona"
ya no existe,
y ando vacía de romanticismo,
de suspiros y ganas de intentarlo porque vale la pena.
Porque parece que al final,
si se ponen puntos finales.
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