Déjame mostrarte una pequeña parte de mi.

Un trocito de lo que soy.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Perderse y encontrarse

Una medida de las cosas importantes 
No sabía que esto fuera eso, 
Una medida. 

Que de cosas nos dedicamos a no ver, 
Que de cosas nos dedicamos a no decir. 
casi casi, son lo mismo.

¿Y donde quedan mis ciclos?
¿Donde? 
No me reconozco a mi misma, 
¿Como puede ser que me encuentre más fuera que dentro? 
será el verde
será que estoy rodeada de demasiada gente
Puede que no sea nada de eso.

Es gracioso ver como no sabes que te has encontrado hasta que te pierdes
aunque sea un cliché decirlo, 
Es,
como estar enfocada
sharp
consciente de ti misma.
Pero llevamos siendo compañeros de uno mismo desde que nacimos 
y eso nos hace no percibirnos, 
no darnos la bienvenida, 
solo cuando nos perdemos 
podemos decir, 
"vaya, que perdida ando
 ¿no?"

Es confuso, 
y, 
a la vez, 
tiene sentido.

En los últimos tres años me he perdido, 
encontrado, 
perdido, 
encontrado 
y dicho adiós, 
demasiadas veces. 

Primero me perdiste TÚ, 
y me costó un año, 
y una media, 
encontrarme. 

Después 
me perdí yo sola, 
en paises lejanos, 
de hablas extrañas, 
modales diferentes 
y, 
sin embargo,
me encontré enseguida. 
Y lo más importante, 
me encontré a mi yo futuro, 
le dí la mano y caminamos juntos por un tiempo.

Casi sin darme cuenta 
encontré a mi yo viajero, 
capaz, 
independiente, 
encontré mis pies, 
mis piernas, 
y me mantuvieron en marcha. 
Me sorprendieron. 

La patria reclamó entonces, 
y yo volví. 
Y aunque aun no, 
pero creo que estoy por encontrar a mi yo familiar, 
a mi yo pasado, 
a mis bases, 
principios y miedos. 
a mi yo olvidado entre cánceres y madres muertas, 

Espero sin embargo, 
encontrar a mi yo en pareja el año que viene, 
o el ciclo que viene. 
Mi corazón empieza a demandar atención, 
se está cerrando, 
Dos años, 
sola. 

"Que quinceañero todo" 
Jamás hubiera pensado que fuese algo así lo que necesito, 
justo eso, 
esa ilusión de mi yo de 16 años, 
cuando creía en el amor, 
en enamorarme 
y en las relaciones fáciles,
de esas que salen solas, 
sin ponerles empeño.

Buenas noches. 







domingo, 21 de diciembre de 2014

Quizás no ha sido buena idea.
Quizás es solo el momento y después se pasa
Quizás..
pero lo cierto es que ahora me siento sola


domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Acaso lo estamos?

Es complicado, es complicado dedicarte a algo con tanta dedicación que no veas a nadie más que a tus pies, o quizás, como mucho, los de él.

¿Am I happy?, la verdad es que es una buena pregunta y siento que el estrés empieza a formar demasiada parte de mi vida. Pero ahora mismo no puedo dejarlo ir, no puedo hacer que no me importe, porque ESTO, esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida, y cuando sabes lo que quieres hacer con el resto de tu vida, quieres hacerlo ya. Porque a eso es a lo que se llama motivación, eso es lo que significa amar algo, que te llene, que merezca la pena. Y la merece. 

Pero cómo encontrar el balance. No perder mi yo social, el de madrid, la hoja mecida por el viento, el "yo me apunto a todo". No me puedo apuntar a todo, las responsabilidades han de ir primero.

Me siento sola en una ciudad tan grande, siento que las paredes no te miran y que los arboles estan demasiado preocupados por el corte de pelo que les harán este año que no se dignan a mirar hacía abajo. O puede que hayan dejado de hacerlo desde que nadie les dedica una mera mirada. No lo se. Pero es verdad que Madrid te hace sentirte pequeño, te hace darte cuenta de que no eres nadie, solo un alma entre un millón, no eres especial, no tienes nada de maravilloso, ni nuevo, ni nada. Solo eres uno más. 

¿Me habré vuelto de pueblo? ¿Me habrán enamorado los arboles y las florecillas? ¿Habré sentido el placer de caminar todos los días una hora y sentir tus piernas fuertes? ¿Habré relegado del no tener medios para estudiar? 

¿Que tengo que encontrar este año aquí? Dime, dime... ¿Por qué estar aquí? ¿Cual es mi lección? 

¿Como se puede cortar de raíz esta soledad? ¿Acaso todos nos sentimos solos? ¿Acaso lo estamos? 





jueves, 9 de octubre de 2014

A partir de mañana

11 años. Alrededor de esta hora, te fuiste. Me dejaste sola.

Durante 11 años he estado llorando tu muerte. Yo tenía 11 también, y a partir de mañana habré vivido más sin ti que contigo.

Todo este tiempo he estado llorando por ti, por todo lo que como madre te habías perdido. No por mi, si no por ti. Por la injusticia de ser madre y no conocer al primer novio de tus hijas, su primera regla, su primera vez, o el primer viaje solas, verlas llorar y verlas reír, crecer, casarse, tener hijos y... así con todo.

Ahora me angustia algo que he comprendido con la muerte de mi tio, y es el miedo, el sufrimiento tanto tuyo, como el mio que probablemente no recuerdo, el de papa, el de la familia, el de todos, pero por encima de cualquiera, el tuyo.

Aunque seas mi madre me gustaría poder volver atrás, para poder decirte, que aunque todo salga mal, va a salir bien. Poder sujetarte la cabeza al vomitar por culpa de la quimio, o hacerte la cena que más te gusta para verte sonreir.

No se si estabas asustada, o no, o si. Recuerdo ciertas cosas, como que querías tener una vejiga de verdad y no una bolsa de plastico, recuerdo que lloramos ese día. Sin embargo no se si aceptaste que te ibas, no se si luchaste, no se si necesitaste a alguien o si lo tuviste (que asumo que si) pero a día de hoy por encima de todo, del dolor, de la pérdida, de la ausencia, por encima de todo, me gustaría saber que no estuviste asustada (que lo estuviste seguro) me gustaría saber que no sufriste con la quimio (que lo hiciste) que aceptaste que te ibas a ir y que estabas bien con ello (que no tengo ni idea pero espero que si).

Con esto quiero decir, que todo esto para mi siempre ha sido una pérdida emocional, un sufrimiento por las cosas que no tuviste, por las que hemos perdido los que no te veremos más. Pero ahora... ha dejado de ser tan solo eso.

Lo más duro de lo del tio pablo ha sido darme cuenta de todo ese sufrimiento y agonía que debiste pasar, Me da igual el cáncer, la muerte, incluso si me apuras el dolor físico, pero... y ¿el interior?¿el miedo? ¿la aceptación? ¿el dejarlo ir? ¿el sentirte vivo y saber que te estás muriendo? ¿el saber que no puedes hacer nada más que matarte lentamente?.

Ojalá..ojalá pudiera mi persona de 22 años volver atrás para ser tu apoyo, para poder tomar un poquito de ese dolor y hacerlo más leve. Ojala, si tenías que morir, pudiera saber que no "sufriste" en el término más amplio de dicha palabra.



Lo peor de todo es saber que desde esta noche, habré vivido más años sin ti, que contigo. 
Y cada vez esa diferencia será más grande.
 Ojala pudiera ser al contrario. 

Te quiero mamá. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Cuando llega la llama

Hacer daño. 

Lo odio. 

Pero, parece que va conmigo. 

Una pena. 



Como la cera cayendo por la mano. 

Pequeños ríos de dolor, que culminan en una quemadura central, cuando llega la llama.  


lunes, 1 de septiembre de 2014

Go

Es como cuando te viene la regla, o como cuando cumples los 18.
 Son cambios. 
O al menos deben serlo.
Y aunque tu no te sientas distinta, eres capaz de ser madre y ser tu única responsable legal. 
Pero en el fondo eres la misma niña que eras un segundo antes de que dichos cambios ocurrieran. 
No te sientes más mayor, 
más valiente, 
más segura, 
eres la misma,
 pero distinta. 


Ahora es lo mismo.
 Siento una nostalgia que no se va en el centro de mi pecho. Justo donde está el corazón. 
Me voy de casa. 
Me hago mayor. 
He tomado la decisión de que no quiero estar más aquí. 
He tomado la decisión de independizarme. 
Y soy joven y me creo capaz de todo. 
Pero no puedo evitar pensar que hay decenas de miles de millones
 (como cuando eres niño y dices un millón de millones jeje.) 
de personas, de jóvenes, que se quieren independizar y no pueden. 
Y mi pregunta del millón. 
¿No pueden? 
¿O No quierén? 

Y digo yo, que unos no podrán y otros no querrán.
Pero me asusta pensar en esos que no pueden. 
¿Por qué ellos no pueden y yo si? 
¿No será que me creo superman y me voy a dar con un canto en los dientes? 
¿No será que me voy a caer en vez de irme de casa? 
Me da miedo. 
Me asusta. 
Quiero saber que estoy haciendo lo correcto. 

No quiero dejar de ser una niña. 
¿Pero cuando deje de serlo? 
A los 11 años.
Llevo otros 11/12 sin serlo. 
O siéndolo a mi modo, pero yo  me entiendo. 

No voy a encontrar lo que no quiero perder en esta casa. 
No ha estado nunca ni lo va a estar. 
La sensación de soledad y desarraigo es parte de mi vida desde que se murió mamá, 
no va a desaparecer porque me quede en esta casa.

Y siempre puedo volver
¿Verdad? 
Quizás por él si. 
Pero ¿Qué dirá ella? 
Y...
¿Qué dirá él entonces? 

Da miedo. 
Da mucho miedo. 
Y excitación 
Y miedo. 
Y mas miedo

¿Habré echo bien?
¿Niña malcriada? 
¿Capricho? 
¿Necesidad?

Me cuesta soltar. 
Me cuesta mucho. 
Suerte que ya está pagado y no hay vuelta atrás. 

Me voy de casa,
Me independizo chavales. 
Y eso significa, 
Vivir en la misma ciudad que tus padres y vivir sola, 
así como mantenerse y buscarse la vida. 
Veremos que tal se nos da. 



lunes, 21 de julio de 2014

Cancer

Y la vida se le escapó de las manos. 
Se le terminó y aún le quedaban demasiadas cosas por hacer. 

Tumbada en la cama le miro respirar, 
respiración irregular, 
denota su fragilidad, su falta de casi un pulmón, 
su cuerpo herido y enfermo, que deja de funcionar como debería. 
Me acuerdo de la madre,
que también se fue por culpa de un cáncer de pulmón,
y después, 
inevitablemente
me acuerdo de los últimos momentos de la mia. 

Veo como la morfina cobra importancia, 
y quitar el dolor, 
y paliar, 
y aceptar, 
y por ende rendirse
también. 
También ves como el luchar la pierde
y poco a poco solo queda la cruda realidad, 
contra la que no puedes hacer nada. 

Reconozco que yo solo viví el final, 
y reconozco también que yo no acepte nada, 
puede que mi cuerpo lo hiciera por mi, 
pero yo no acepte la vida que tengo ahora, 
yo no la pedi, 
no me la pude imaginar, 
y de haberlo hecho, 
habría salido corriendo en aquel momento. 
Habría gritado, zarandeado a mi madre y rogado que no me dejase. 

Me choca ver como el cuerpo humano se colapsa hasta desvanecerse, 
me impacta ver como solo puedes ver el paso implacable del tiempo y ver como a quien amas deja de ser un ser humano para convertirse en un saco de huesos. 
Me impacta saber que duele, me impacta ver como dejas de comer, 
como lógicamente no vas al baño, 
como estas drogado, contra el dolor claro, 
y dejas de moverte, 
como no puedes hablar y 
un buen día todo se termina. 
Y ya está, fin de la historia. 

No hay finales gloriosos, 
no hay finales bonitos, 
solo, 
finales. 
El cuerpo deja de funcionar 
tu 
te mueres. 


lunes, 26 de mayo de 2014

Sola.

Completamente sola.
Aquí, tumbada, 
y sola. 

Mi estomago se mantiene hecho un nudo, 
mi estrés, simplemente se mantiene. 
Y yo sigo sola. 

Nadie hay para mantenerme cuerda excepto yo misma, 
y yo estoy perdiendo la cordura. 
¿Dondé estan los días donde había gente a mi alrededor? 
Porque aquí, aquí no hay nadie. 

Los árboles son los únicos que con su belleza me mantienen en el sitio, 
en el suelo,
en el mundo, 
andando.

Y dime, 
¿podrias hacer tu solo todo lo que estoy haciendo yo? 
¿Podrías tener miedo tu solo? 
¿Podrías no creerte capaz tu solo? 
Porque a mi me cuesta. 

Y solo quiero que se termine. 
para poder decir, 
y ahora estoy feliz, 
SOLA. 


sábado, 12 de abril de 2014

Para un polvo. Para toda la vida.



- Has retrocedido. Lo has hecho. 


- Si, he retrocedido.
 Aunque no creo que tanto.
 ¿Sabes?, 
creo que es más por la semana que es que por lo que ha pasado.


- Es probable. 


- Pienso, 
que cada vez que es invierno me siento sola, 
siento que nadie me quiere, 
y por encima de todo tengo la sensación de que tienen razones para ello. 
Siento,
 que me engaño a mi misma diciendo que mi manera de ser es válida. 


Me critico,
 me adapto a las normas,
 y me hago daño a mi misma.
 Cedo al peso de la sociedad, y encajo con lo que se espera de una "señorita". 
Al menos en mi cabeza. 


- ¿Y qué se espera de una señorita? 


- Se espera que 
"se quiera más a si misma que a nadie"
 que, no sea 
"facil".
 Que no sea, en palabras vulgares,
 una zorra. 


- ¿Y por qué habrías tu de sentirte así? 


- Hay mucha gente que me considera una zorra. 


- ¿Y tu? ¿Te consideras una zorra? 


- En días como hoy no estoy segura. 

Pero no es justo.

 Hay mujeres de todos los tipos, colores, maneras
. Creo que la sociedad en la que estamos nos encasilla, 
se basa en ideas prefijadas, 
 no distingue.

 Para mi no hay zorras.
 Estaba tratando de definir a una. Pero no he sido capaz. 

Considero, que más allá de cualquier cosa,
 una mujer puede hacer lo que quiera,
 cuando quiera
 y como quiera. 
Con su cuerpo,
 con su alma, 
con su vida. 
Sin ser juzgada.  

Básicamente lo que piensa 
"todo el mundo".
¿Todo el mundo?
No. 
No todos son capaces de lidiar con la libertad sexual sin juzgarla. 
Solamente porque no son capaces de entenderla, la juzgan. 
Y a mi me parece estupendo que una mujer,
 a los 22años,
 no se haya masturbado nunca. 
Si no lo entiendo,
 por lo menos lo respeto.

 Pero aquí, es como con las religiones.
 Hay quien es capaz de respetar al resto de personas con ideas distintas y quien no.
 Y digo yo,
 esto es como todo.
 Están quienes tienen sus propias ideas y respetan al resto.
 Estan los de un lado, 
que critican a los del otro, 
y los del otro que hacen todo lo que hacen para probar a los "conservadores" que ellos no forman parte de su grupo.
 Estupidos ambos.
Según mi opinión, 
claro.

Pero me desvío del tema. 
No, 
creo que fui una zorra, 
creo, 
que predicando lo que predico es complicado no actuar como tal en ciertos casos. 
Y es que una zorra solo puede serlo una para una misma. 
Si has hecho algo que te ha hecho sentir así, 
entonces en ese momento actuaste como tal.
 Pero no el resto de las veces.
 Y es que,
 como iba diciendo,
 cuando predicas con el amor libre, hasta que el de verdad llega, juegas con desventaja. 


- ¿Y por qué demonios ibas a jugar con desventaja? 


- Porque si eres pura y casta,
 casi como la virgen María,
 y cuando conoces a alguien al instante siguiente ya le tienes un "respeto" tal que eres capaz de hacerte infeliz renunciando a otras personas por tal individuo.
 Entonces, 
si dicho elemento llega a ser alguien a quien de verdad respetas, 
de corazón,
 y por quien no existe la palabra renunciar
 entonces, 
no habrás tenido oportunidad de herirle,
 de estropearlo,
 de estar con otro.

Con esto quiero decir,
 haciéndote infeliz a ti,
 en la sociedad en la que vivimos, 
te aseguras un quizás basado en algo ficticio que no eras cuando lo llevaste a cabo. 
Y eres una zorra por tanto, 
cuando no te haces infeliz a ti misma por no herir a alguien que debería ser lo suficientemente importante. 

¡Pues no! Lo siento.
No lo respeto. 

No respeto el sentimiento de culpa derivado de que alguien no te importe lo suficiente.
¡Pues claro que no! ¡Si no te conozco! ¿Como iba a quererte?
Y es que es así. 
Cada persona tiene un tiempo, una reflexión, un motivo. 

Mi reflexión fue un error. 
Fue un error no significa que lo fuera, significa que surgió de él. Se convirtió en él. 
Un error que me hizo sentir como una PUTA. 
Y por lo tanto significa, basándome en mis palabras, que lo fui. 
Lo fui para mi y lo fui para él, y esas son todas las personas implicadas en el asunto. 

Fue un error que oculte de vista al público. 
Pero alguien me dijo una vez.
"Miente a todo el mundo, pero nunca te mientas a ti misma." 
Y así lo hice. 
Él, probablemente crea que no me importó. 
Pero importó lo suficiente como para basar en él toda mi manera de vida. 

Y es que me prometí a mi misma, 
que cumpliria las normas sociales ya que en ellas queda determinado que no es engañar si no te has comprometido primero. 
Y así lo prometí, y así lo hago. 
A riesgo de parecer una zorra, prefiero no ser una nunca más. 
Al menos no una para mi. 

Y habrá gente que siga sin respetar mis decisiones.
Pero es que no entienden que mis decisiones no son tal. 
Son sentimientos. 
Y ellos que se creen tan puros. 
¿Es más verdad estar contigo sin estar con otros porque es lo "correcto"? 
¿Es más verdad, cuando tu cuerpo esta caliente, cuando tu cabeza no deja de pensarles? 
¿Es mas verdad solo porque no les disfrutes? 
¿El no disfrutarles hace menos cierto el hecho de que les deseabas, de que te atraían? 

¿Y quien te consideras? 
Para juzgar a alguien primero deberías haber vivido su vida, 
Y dime 
¿Acaso es eso posible? 

Y asi quedan, 
las cartas sobre la mesa y los sentimientos en el corazón,
 que es donde deben estar. 

Y ya no hay más mentiras. 
Porque ya sabes, todas esas veces que te sentiste engañado, 
era solamente yo, haciendome infeliz en un momento,
por ti. 

Y si te sentiste engañado, es porque tuviste la capacidad de sentir, 
que no estabas siendo lo suficientemente importante como para ser el único, 
en mi cabeza. 
Nada más que en mi cabeza. 

Porque lo que no entendiste jamás es que cuando el amor esta.
No es infinito, 
duradero, 
perfecto, 
imbatible, 
es humano y es amor.
Y por tanto no lo traicionaría jamás. 
Pero sentir, 
sentir no es jugable, 
no se puede controlar. 
Pedir a alguien que no sienta 
 que no actue en consecuencia, en nisiquiera un 1%, 
es pedirle que renuncie por completo a si misma.

Y tu jamás te sentiste traicionado por los actos. 
Te sentiste traicionado por los sentimientos. 
Y me juzgaste. 
A pesar de que era completamente tuya. 
A pesar de que, 
aunque no lo entiendas, 
te elegí a ti antes que a mi, 
todas las veces. 

Y es que. 
después de mi error, 
y después de ti. 
Se lo que es querer, 
y se lo que es ser una zorra. 
Y también se lo que es renunciar y hacerse infeliz.
Y ninguna de estas cosas va a pasar. 
No gracias a mi. 

Inclusive si, 
como ya he dicho, 
me hacen parecer "alguien para un polvo" 

Y te invito, 
si tu, 
cualquiera

Ven, 
disfrutame, 
dame morbo y vida,
pero mucho morbo, 
que he descubierto que no soy una zorra
es solo que me encanta.

Exacto. 
El morbo. 

Y no me pidas que renuncie a mi felicidad por ti. 
Y llegará un momento, 
si lo aguantas, 
si ME aguantas, 
que verás la otra cara. 

La de para toda la vida. 





jueves, 10 de abril de 2014

miércoles, 2 de abril de 2014

Mis amigos

Verde, era piedra verde. Un iglesia verde, confundida con la naturaleza; justo allí, rodeada de árboles de verde corteza, verde apariencia y verde corazón. La camaleónica iglesia se asentaba justo al lado del edificio rojo con bóvedas azules. ¿Cómo podían encajar juntos? ¿Como los rojos ladrillos podían convivir junto con la enmohecida piedra de la iglesia?, ¿Como?. Y sin embargo ahí estaban, separados por un pequeño sendero que conducía torcido hasta un sauce llorón, sin ramas verdes, desnudo. Era invierno, era el norte, allí no gozaría de muchos meses de verde vestimenta en las ramas, de lágrimas colgantes tambaleándose al son del viento. Allí pasaría la mayor parte del tiempo desnudo dejando ver solo su estructura.

Pero nos olvidamos del callejón de las damas blancas junto al puente de las estrellas. No mucho mas lejos un puente cruzaba el río, un puente que tiene a un lado la vista de la ciudad, con la inmensa catedral iluminada, impotente, magnífica, simple y llanamente, patrimonio de la humanidad. Y al otro lado una hilera de árboles que se suceden, uno tras otro, hasta que la vista no da mas, bordeando el río. Arboles de diferentes colores, uno concretamente, amarillo, tanto en verano como en invierno, sin mas color que el aportado por sus ramas y no sus desaparecidas e invernales hojas. 

Y el callejón. El callejón es una maravilla. Presidido a ambos lados por damas blancas, árboles con millones de flores que se han atrevido a asomar su cabecita pensando que empezaba la primavera. Durante una semana cada día las damas mostraron orgullosas a sus pequeñas y recién nacidas hijas, y cada vez que pasabas y el viento acudía a saludar, te encontrabas rodeado de pequeños puntos blancos, flotando a tu alrededor, casi como si nevara. Pequeñas y viajeras hijas, ya no coronan al callejón. Demasiado débiles para perdurar durante el mal tiempo, mostraron sin embargo, cuan bellas pueden ser sus madres, mostraron, en un breve destello, lo que la primavera va a suponer. 

Y es que me voy a enamorar, profunda y completamente cuando llegue. Las flores silvestres asoman, largas y amarillas en casi cualquier parte, aportando un poco de color al gris Durham de los ultimos dias. Y a pesar del mal tiempo, cuando camino, los árboles me enseñan sus trofeos, pequeños brotes, pequeñas flores, tintineantes, nuevas. Y es que no puedo evitar sonreir, girar, saludar a cada una, mirar a los mismos arboles un día tras otro viendoles renacer, poco a poco pero inexorablemente. Y es que están vivos, y hablan conmigo, y son lo que me hace sonreír cada día durante la ida y durante la vuelta, los que me hacen sentir que había un motivo por el que venir aquí, aunque no hubiera sido más que admirar la silvestre belleza que me rodea cada dia. Aunque no hubiera sido más que poder contemplar las estrellas en medio de el puente, justo después de andar por el sendero divisorio entre el rojo y el verde. Aunque no hubiera sido mas que  poder admirar a la osa mayor encaminando el callejón de las damas blancas. 

Todos ellos están juntos. Hay, sin embargo, otros lugares mágicos, como los bosques o las escaleras sombrías donde a pesar de ser un día soleado siempre hay penumbra. O el puente del castillo, donde puedes ver la catedral y el castillo como realmente son, dos vecinos cercanos pero lejanos al mismo tiempo. Uno ideado para proteger, otro para alardear, para denotar poder, riqueza. Y ahí están, lejanos, pues sobre el puente se aprecia la distancia que no es apreciable cuando estás entre ambos, a ras de suelo. Es un ejemplo magnífico para entender como hay que alejarse de las cosas para verlas con perspectiva. Y es que hay veces que las cosas son tan grandes que nos impiden verlas tal y como son. El puente de la perspectiva, si, así será denominado en adelante. 

Y es que aquí me encuentro, caminando cada día con una sonrisa, aunque solo en el breve lapso de tiempo que la naturaleza me hace sonreír aunque regrese tras un día de agotador trabajo. Siempre hay belleza que admirar a mi alrededor que me hace sentir, últimamente que nadie es capaz de ver el brillo de mis ojos al mirar la flores. Que nadie se percata, sonriendo, de cuando bailo mientras camino o que nadie admira que me de media vuelta y camine de espaldas para poder mantener a la vista un poco mas la belleza del callejón en el centro de la hilera de árboles de colores bordeando al río. 

Y es que parece que echo de menos pasear con alguien que sea capaz de mirarme y ver mas allá de la chica morena llena de capas de ropa que camina a su lado. Echo de menos, recuerdo, echo menos, pienso, razono, no dejo de echar de menos pero entiendo, pero vuelvo a recordar o hablar o a lo que sea y me encuentro paseando soñando despierta, ando imaginando historias, una y otra y una y otra otra vez, sin descanso. Pero es que la naturaleza siempre fue amiga de la imaginación y como diría Ana de las tejas verdes, no merece la pena una vida sin imaginación señorita Celia. Asi que asi estamos, enamorada perdida de mi camino a casa y simplemente perdida en lo que respecta a mi cordura. 






martes, 25 de febrero de 2014

Aquí nada de Orgasmus, aquí hablamos de Erasmus.

Miro hacia atrás y siento que no soy la misma persona. Miro haca atrás y no me siento como la Celia de antes. Miro hacia atrás y me doy cuenta de que se parece mucho más a mi que hace un año.

Todo es distinto, todo lo que me rodea es nuevo y academicamente hablando estoy mejor que nunca, muy muy motivada, muy feliz, con un mundo de posibilidades del que no era consciente. Pero creo que vuelvo a sentirme sola, estresada y un poco en pareja otra vez. Y no puedo evitar pensar que para sentirme asi era mejor hacerlo con él.

No es un tema de conparaciones estupidas, es un tema de confianza y cariño. Yo nunca he dejado de "querele" para que engañarnos, no quiero volver con él porque no quiero volver a lo que era con él, a ese yo en pareja, de rutina, broncas y cansancio. No quiero volver con él porque no creo que me haga ser mejor persona, al menos no me hacía serlo.


Pero el punto importante aqui no es él, es que aprendí a ser lo que quería ser sin él. Fue el punto importante, era lo básico de todo esto. Y me acojona pensar que no, que no aprendí nada.

A ver, vamos a ser objetivos, claro que no eres la misma de antes, por supuesto que no. Claro que has aprendido, pero es algo importante para ti darte cuenta que más allá de con quién estás lo que te hace ser tu misma es lo que tienes más allá de la relación, y eso implica gente, eso implica amigos, vida social, vida academica, estrés, YO.

Resumiendo, necesito amigos de verdad aquí, necesito amigos como los que tengo en madrid, necesito una forma de liberarme del extrés que no sea la obvia y mas vida social.

Si, lo necesito, pero no ahora. Ahora tengo que centrarme en terrminar mi carrera, en hacer mi proyecto en ingles, en preparme los examenes, tanto orales como escritos. Este año no puede ser un año en el que aprenda como lidiar con mi estrés. Este año se llama curro, y no orgasmus. Porque aquí no hay eramus facil que valga, aquí no hay levanto la mano o hago la vista gorda porque eres de España. Aquí lo unico que vales es la posibilidad de hacer un PhD, de aumentar mi media, de ser mejor de crecer academicamente hablado.

Y puede que haga un PhD, puede que en tres años sea Dr. Celia de la Calle (What the fuck.. seriously) y puede y puede y puede. Pero ahora, toca disfrutar de estar al 100% todos los días, toca ser la mama Celia, y no destruir todo a mi paso.