Puedo decir que no he dicho nada de Durham desde que estoy aqui, no he dicho que estoy enamorada de la ciudad, o mejor dicho, pueblo, no he dicho que siempre que vuelvo a casa lo hago mirando las estreyas bajo una nube de vaho exalada por mis pulmones, no he dicho que no me canso de ver los mismos arboles todos los dias, de ver su transición de colores.. no he dicho tantas cosas.
Estaba en mi habitación, estaba mirando las paredes, la moqueta, los espejos, y dandome cuenta de que la habitación esta dejando de ser una habitación, para ser MI habitación, empiezo a tener historias, empiezo a vestirla con dibujos, globos, cuadros robados de la basura, con fotos del pasado que siempre me acompañarán en mi presente y en mi futuro.
Estaba sentada, en la cama sin mas, solo sintiendo que ya no está vacía y dandome cuenta de que al menos bajo estas cuatro paredes tengo un sitio que puedo llamar mio.
Me alegra saber también, que siempre que quiera puedo llamar a la puerta de al lado y me van abrir unos ojos verdes para simplemente no hacer nada y no sentirnos solos, o que siempre puedo desviarme al volver del laboratorio para tener a la amiga en mujer que aqui me hacía falta, o simplemente puedo volver a casa e ir a la cocina donde simplemente estará el chico dos años mayor que parece un padre porque escucha musica clasica para no dormirse en el coche cuando conduce.
No he dicho tampoco que paso 7-8h en un laboratorio todos los dias, que no me importa, que me gusta, que entiendo cuando me hablan en igles o que las chicas con las que comparto zona de escritorio son encantadoras.
Pero lo que si que no he dicho es que, si dios quiere, igual me pase aqui otros 3 años.
Y aunque haya sido un año lleno de adioses, porque lo ha sido, aunque haya sido un año lleno de sensaciones raras, de vacio, de soledad, de enfrentarse a los miedos.. a pesar de todo, aqui estamos, abriendo un millon de puertas que nisiquiera sabía que tuviera a mi alcance.
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